Lo prometido es deuda. Hoy te explico como preparo la masa madre natural en casa. Maneras de elaborarla hay varias y cada uno la prepara a su manera, pero lo que si es común, es el tiempo que se necesita durante el proceso, porque el resto no es nada complicado.
Unos minutos de dedicación diarios y ya.
Para preparar la masa madre natural no hace falta más que harina y agua.
Ingredientes:
- Harina
- Agua
- Un bote o recipiente de cristal, también puede ser de plástico.
Hay mucha información por Internet y en libros dedicados a la temática, ya lo creo. Es cómo aprendí yo a prepararla en mis primeros tiempos panarras y empecé con mis panes caseros.
Por esto, sin entrar en más materia ni tecnicismos, te lo describo en plan simplificado y práctico, para que te pongas manos a la masa y si te apetece hacerlo, lo hagas desde ya, sin ninguna complicación.
Ingredientes:
- Harina
- Agua
- Un bote o recipiente de cristal, también puede ser de plástico.
Harina: se puede usar cualquier harina, trigo, centeno..., pero es conveniente par empezar, que sea integral porque contiene mayor cantidad de levaduras que la harina refinada.
Agua: Utilizo agua del grifo. En un principio me recomendaron que no lo hiciera, que solo la mineral. Pero en mi caso no tengo problemas. Si el agua de tu localidad es muy dura, déjala reposar un poco o utiliza la mineral.
Cómo preparar masa madre natural
Primer día:
Mezclamos harina y agua a partes iguales en volumen. Por ejemplo si es medio vaso de harina que sea medio vaso de agua. Si son 20 g de agua, que sean 20 g de de harina, las cantidades las decides tú.
Mezclamos la harina y el agua ( a 30-35 º C) si es posible.
Mezclamos la harina y el agua ( a 30-35 º C) si es posible.
Lo reservamos en un bote de cristal. Dejamos reposar 24 horas a temperatura ambiente. (Ideal 25-26º C) pero si no es esta temperatura, tampoco pasa nada. Lo puedes acercar un poco a alguna fuente de calor como por ejemplo cerca de un radiador o aparato que desprenda calor.
Segundo día: 1er refresco
Tiramos la mitad de la masa y volvemos a añadir misma medida de harina y de agua tibia. Mezclamos bien de nuevo, tapamos y dejamos reposar 24 horas más en lugar calentito.
Hacemos una señal con un rotulador en el bote, para comprobar el nivel de la masa al día siguiente.
Hacemos una señal con un rotulador en el bote, para comprobar el nivel de la masa al día siguiente.
Tercer día: 2º refresco
Aparecen las primeras señales de burbujitas, es síntoma de que esta viva y hay un cultivo. El aroma empieza a notarse. Ha subido un poco de nivel. Ha empezado la fermentación.
Repetimos la misma operación: tiramos la mitad y seguimos con la misma medida siempre de agua y harina.
Mezclamos bien de nuevo, tapamos y dejamos reposar 24 horas en lugar calentito.
Cuarto día: 3 er refresco
Si se ha formado un líquido marronoso en la superficie, lo retiramos con una cuchara. Es agua con alguno azúcares que vienen de los cereales fermentados. El aroma ya huele a fermentación.
Repetimos la operación de todos los días, añadiendo harina y agua a partes iguales. Dejamos reposar, en iguales condiciones a las anteriores, durante las últimas 24 horas.
A las 10-12 horas la vigilamos a a ver como está. Si ha aumentado y tiene signos, la refrescamos a las 12 horas y así sucesivamente.
Si no hay cambios la dejamos igual hasta las 24 horas.
A las 10-12 horas la vigilamos a a ver como está. Si ha aumentado y tiene signos, la refrescamos a las 12 horas y así sucesivamente.
Si no hay cambios la dejamos igual hasta las 24 horas.
Quinto día: seguimos con refrescos
En este punto, la masa madre es joven pero ya se puede pensar en utilizar. Le vamos a dar alimento un día más en base al resultado que tengamos. Podemos cambiar de harina, hacerlo con blanca, o con otro tipo de trigo, según el pan que queramos preparar.
Le añadimos el mismo volumen en agua y harina.
Por ejemplo si tenemos 50 g de masa madre, añadimos 50 de harina y 50 de agua tibia. Tapamos bien y dejamos reposar 12 horas.
A partir de ahora tendremos que ir alimentando la masa madre más a menudo, cada 12 horas. Es un ser con vida, por lo tanto necesita "comer".
Los refrescos los haremos con más cantidad de agua y harina. La proporción cambia a 1:2:2.
Sexo día:
Serie de refrescos 1:2:2 controlamos las horas, por ejemplo a las 7-8 horas. Si ha crecido bien, repetimos el refresco. Cada vez entre refresco y refresco el tiempo disminuye. el siguiente estará listo antes de las ocho horas. Así hasta que lleguemos a las 3-4 horas.
Séptimo día:
¿Ha duplicado? ¡La tienes lista!
Ya podemos utilizarla para hacer pan.
Los refrescos los haremos con más cantidad de agua y harina. La proporción cambia a 1:2:2.
Sexo día:
Serie de refrescos 1:2:2 controlamos las horas, por ejemplo a las 7-8 horas. Si ha crecido bien, repetimos el refresco. Cada vez entre refresco y refresco el tiempo disminuye. el siguiente estará listo antes de las ocho horas. Así hasta que lleguemos a las 3-4 horas.
Séptimo día:
¿Ha duplicado? ¡La tienes lista!
Ya podemos utilizarla para hacer pan.
Qué hacer y cómo conservar la masa madre si no le damos uso:
Después de utilizar una parte de la masa madre para hacer el pan, guardamos el resto para las próximas veces que la necesitemos. Todo variará dependiendo del tiempo que tardemos en volver a usarla. Le tendremos que dar más o menos refrescos, (alimentarla) para que esté activa.
La guardamos en la nevera.
El día que la necesitemos, la sacamos con anterioridad de la nevera y la refrescamos.
Osea, la alimentamos para que se despierten las levaduras. Es un ser vivo al que hay que dar vidilla.. y proporcionarle su alimento.
Si la vamos a utilizar en pocos días, dos o tres:
Con un refresco será suficiente al sacarla de la nevera.
Si la utilizamos al cabo de una semana:
El día que la necesitemos, la sacamos con anterioridad de la nevera y la refrescamos.
Osea, la alimentamos para que se despierten las levaduras. Es un ser vivo al que hay que dar vidilla.. y proporcionarle su alimento.
Si la vamos a utilizar en pocos días, dos o tres:
Con un refresco será suficiente al sacarla de la nevera.
Si la utilizamos al cabo de una semana:
Es conveniente darle un pequeño refresco antes de guardarla en la nevera. Agua y harina y a la nevera. Cuando volvamos a utilizarla, seguramente necesitaremos darle un par de refrescos (con espacio de 3 o 4 horas) para tenerla bien activa.
Si la dejas mucho tiempo en la nevera, más de una semana o un mes:
Verás que se forma una capa marrón que debemos retirar y rescatar la masa pastosa que hay debajo. La tendremos que refrescar un par de veces antes de utilizarla. Incluso más.
O bien, puedes alimentarla cada semana, si quieres, e ir manteniéndola en la nevera.
Se puede congelar:
La ponemos en un recipiente cerrado herméticamente. Puede durar meses, pero irá perdiendo vida y se irán muriendo los microorganismos.
Para reutilizarla, la descongelamos en la nevera, y la vamos refrescando hasta que vuelva a estar activa.
Si la dejas mucho tiempo en la nevera, más de una semana o un mes:
Verás que se forma una capa marrón que debemos retirar y rescatar la masa pastosa que hay debajo. La tendremos que refrescar un par de veces antes de utilizarla. Incluso más.
O bien, puedes alimentarla cada semana, si quieres, e ir manteniéndola en la nevera.
Se puede congelar:
La ponemos en un recipiente cerrado herméticamente. Puede durar meses, pero irá perdiendo vida y se irán muriendo los microorganismos.
Para reutilizarla, la descongelamos en la nevera, y la vamos refrescando hasta que vuelva a estar activa.
Secar la masa madre en escamas:
La extendemos en papel de horno y la dejamos secar. La guardamos en un bote de cristal, en escamas. Dura mucho tiempo. Luego la tendremos que ir refrescando.
¿Le damos de comer? Pues venga, pesamos los gramos que tengamos y le damos alimento a partes iguales de harina y de agua. Lo mezclamos y dejamos reposar. Si es necesario la alimentamos dos veces.
Nadie ha nacido enseñado, todos hemos probado una primera vez, y no tiene porque salirte de cajón a la primera. No pasa nada, se prueba una segunda y las veces que haga falta.
¿Te animas? Ya sabes que cualquier duda me puedes dejar un comentario.
¿Te animas? Ya sabes que cualquier duda me puedes dejar un comentario.