He escogido una receta de pasta que es super sencilla y económica, además de poder variar con lo que mejor nos venga en cada momento.

En una sarten calentamos aceite y doramos las cebolla y el puerro cortado. Añadiremos el pimiento troceado, el calabacín, el tomate y los champiñones.

Le damos unas vueltas y dejamos cocer hasta que esten las verduras tiernas. Si tenemos salsa de tomate prearada, le podemos añadir un par de cucharadas. Rectificamos de sal y pimienta.

Mientras tanto cocemos la pasta: en una cazuela pondremos abundante agua, sal, y llevamos a ebullición. Añadimos la pasta y dejamos los minutos que sean necesarios dependiendo del tipo de pasta. Bien sean macarrones, espaguetis, fusilli  u otro tipo, lo que mejor nos vaya.

Escurrimos, enfriamos y reservamos.

Repartimos las verduras salteadas anteriormente sobre la pasta y lo mezclamos. Podemos espolvorear con un poco de orégano y listo para comer

Vengo con una receta agridulce, un chutney de caqui y manzana. Esta es mi aportación:


Ingredientes:

3 caquis
1/2 cebolla morada picada
1 manzana golden grande pelada y picada
1/2 vaso de vinagre de manzana
1/2 limón, su zumo
20 grs pasas uvas
80 grs, azúcar moreno
1 pizca de chile picado
1 cda pequeña de jengibre en polvo
1/2 cda pequeña clavo en polvo o bien 2-3 clavos enteros.
1/4 cda pequeña nuez moscada
1 cda grande de miel

Cómo preparar Chutney de caqui y manzana

En un cazo pondremos a calentar el vinagre de manzana, añadimos la cebolla picada fina, el azúcar moreno y el zumo de medio limón. Continuamos con las especias. Por supuesto que todas son opcionales tanto en sabor como en cantidad,  Añadimos las pasas uvas.

Pelar y cortar en dados pequeños la manzana y los caquis. Los caquis se deshacen ellos mismos, por lo que he utilizado dos muy maduros y uno mucho menos maduro que reservo para el final, a fin de que quede visible algún trozo.
Añadimos las frutas y dejamos que llegue a hervir un segundo, bajamos el fuego y lo dejamos unos 30 minutos más o menos. Los últimos 5 minutos añadimos el caqui menos maduro, para que quede algún trozo entero.


Dejamos que se enfríe y lo podemos guardar en un bote de cristal tranquilamente en la nevera.
Podemos tomarlo frío o templado, solo hará falta calentarlo un poco y estará a punto para acompañar nuestros platos de carnes y pescados.
Espero que os haya gustado y lo probéis, en casa desapareció rápido, fue visto y no visto :)

Feliz fin de semana y hasta la próxima!

El relleno: preparamos una bechamel, tostando la harina en la mantequilla y añadiendo la leche caliente despacio, sin parar de dar vueltas. Agregamos las setas que previemente hemos salteado con un poco de cebolla cortada muy finita. 

Lo mezclamos todo y rectificamos de sal.

Las galettes: he utilizado una sarten grande a falta de crepera. 

La engrasamos con aceite de girasol o mantequilla, cada vez que hacemos una galette. Con el fuego bien alto, vertemos un cazo de la masa procurando que se extienda bien por la sarten. 

Veremos que se forman una burbujitas que son características del sarraceno. Le damos la vuelta para que se haga por el otro lado y dejamos medio minuto más. Retiramos a medida que las vamos terminando y las podemos apilar en una bandeja.

Lo suyo es tomarlas enseguida, no tuve más remedio que reservarlas en la nevera muy bien tapadas con papel film y quedaron perfectas.

Calentamos una galette por un lado y ponemos en el centro un poco del relleno que hemos preparado, espolvoreamos con el queso Emmental y doblamos los bordes sobre si. Se deja en centro descubierto o bien se doblan con forma tipo cucurucho.

Las galettes se tienen que hacer muy finitas para poder doblarlas. Estas han sido las primeras que he preparado, y como podéis ver alguna se ha roto al doblarla, y así os lo muestro. 

Así que pendiente de repetirlas y mejorarlas, porque nos han encantado el resultado.

Espero que os gusten tanto como a nosotros :)

Feliz semana y hasta la próxima!