Ingredientes:

Mientras tanto preparamos el horno precalentado a 180º y en un molde engrasado o con papel de hornear vertemos la mezcla.
Lo horneamos a 180º durante unos 20-25 minutos más o menos. Dependiendo del horno, la cantidad y el molde, si es alto o bajo, variará un poco. Probamos con el palillo si está en su punto.


Sacar del horno y dejar enfriar un poquito sobre una rejilla. Después lo desmoldamos y cortamos en porciones para rellenar. Yo le he puesto un poco de azúcar glass por encima y el relleno en medio de los bizcochitos.


La mermelada de membrillo con naranja y vino blanco es impresionante.
Muchas gracias Idoia & James, hasta pronto ;)

Os apetece compartir este último trozo?
Feliz semana!

1. Empezamos por cortar la cebolla morada, hacemos lo mismo con las fresas, las lavamos y cortamos por la mitad o a cuartos.

2. Calentamos aceite de oliva en un recipiente. Pochamos la cebolla y cuando ya esté transparente vamos añadiendo el jengibre, la ralladura de limón (opcional) y el vinagre.
3. Seguimos con la guindilla, la pimienta y el resto de especias, en caso de que queramos sumarle alguna más.

4. Damos unas vueltas y continuamos con el azúcar y las fresas troceadas.

5. Vigilamos de vez en cuando dando una vueltas, más o menos tardará unos 20-25 minutos. Veremos que el líquido ha reducido y empieza tener una textura más espesa.
6. Una vez que hayamos terminado lo dejamos enfriar a temperatura ambiente y después lo pasamos a un bote de cristal para guardarlo en el frigorífico.

Aguanta mucho tiempo en la nevera, solo lo tenemos que calentar un poco antes de servir, o tomarlo templado.

Una receta perfecta para tener preparada con antelación y poder disfrutar de ella en cualquier momento.

Además podemos cambiar ingredientes a nuestro gusto, más o menos picante, más menos aromático, más o menos especias.

Empezamos por poner las setas (moixernons) en remojo, como mínimo un par de horas.

Salpimentamos los filetes de ternera y los enharinamos para freírlos en abundante aceite de oliva. Reservamos.

En el mismo aceite, haremos el sofrito. Cortamos la cebolla pequeña y la sofreímos diez minutos, añadimos el tomate rallado y dejamos diez minutos más. Damos unas vueltas con cuidado de que no se pegue el tomate.

A continuación ponemos la carne que teníamos reservada y damos unas vueltas. Echamos el vino rancio (se puede poner un poco de coñac o vino blanco) y damos un par de vueltas para que todo quede bien integrado. Seguimos con las hierbas aromáticas. En caso de que falte líquido podemos agregar un poquito de agua.

Dejamos cocer chup-chup unos 40-45 minutos y de vez en cuando removemos. 

Antes de terminar la cocción, en los últimos diez minutos, añadimos las setas y la picada. La picada es muy básica, lleva almendras, perejil y ajos fritos con antelación. Lo suyo es prepararla con el mortero, pero en su defecto con la picadora también sirve.

Rectificamos sal y pimienta al gusto y dejamos que se termine de cocinar. Unos cinco minutos más y ya lo tenemos listo.

Comprobar que esté tierna la carne, para mi gusto se tiene casi que deshacer.

Este plato es perfecto para comerlo al día siguiente, está mucho más aposentado al cabo de unas horas. Aguanta bastante en la nevera y por supuesto que también podemos congelar algunas raciones.

Receta de categoría para este fin de semana.

Hasta pronto ;)