La receta es para aprovechar al máximo la cáscara de la sandía, un ingrediente que a menudo pasa desapercibido y solemos tirar. Esta preparación no solo es una forma sostenible de reducir desperdicios, sino que también es una fuente de energía y nutrientes esenciales.
La preparación es muy versátil, ya que puedes combinar otra fruta a tu gusto. Yo lo he hecho con manzanas y con lima, que le ha dado un toque cítrico y fresco.
Ingredientes:
- 1 kg de cáscara de sandía
- 2 manzanas
- 400 g de azúcar
- Jugo de 1 lima
- 2 manzanas
- 400 g de azúcar
- Jugo de 1 lima
Elaboración paso a paso:
- Preparación de la cáscara de la sandía: corta la cáscara en pequeños trozos, eliminando la parte verde y dejando una porción de pulpa para aportar color a la mermelada.
- En un bol, mezcla los trozos de cáscara con el azúcar y deja reposar de 2 a 3 horas. Este proceso permite que la mezcla adquiera la textura y sabor deseados.
- Lleva la mezcla al fuego y añade las manzanas cortadas y el jugo de lima para potenciar el sabor y la acidez.
- Cocina a fuego medio durante unos 35-40 minutos. La mezcla deberá adquirir una consistencia densa y rica en sabor.
- Una vez lista, tritura la preparación hasta obtener la textura deseada.
- Llena los frascos de cristal con la mermelada aún caliente y da la vuelta. Deja que se enfríen antes de almacenarlos.
- Si los quieres para conservar durante mucho tiempo, es mejor terminar con el baño maría.
Esta receta es de aprovechamiento y la envío al proyecto 1 +/- 100, desperdicio de Thermofan.