Necesitamos beber agua. No solo durante el verano con las altas temperaturas, también en las otras estaciones del año. Haga calor o haga frío, nos hace falta tomar líquidos.

Simplemente porque tenemos ganas de estar relajados tomando algo fresquito o bien porque venimos de pasear o hacer ejercicio, la hidratación es muy importante.

Los refrescos de agua saborizada con frutas es una buena opción, es natural y muy fácil de preparar. Podemos utilizar los cítricos, como el limón, naranja, mandarina, la lima o el pomelo.

Los kiwis, la sandía, las cerezas o frutos rojos, las frambuesas o las moras.

Cualquier fruta que nos apetezca puede servirnos para preparar una bebida refrescante e hidratante.

1. Empezamos por lavar y cortar rodajas muy finas de la fruta. La he preparado con naranja, y con sandía, albahaca y unos granos de pimienta.

2. Hacemos lo mismo con las hierbas aromáticas. Varía con menta, albahaca, salvia, romero.

De a misma manera puedes añadir especias como cardamomo o pimienta.

3. Añadirlas al agua y dejar que repose unas horas en la nevera.

4. Si quieres puedes endulzar un poco la bebida con miel o tu endulzante preferido, es opcional.

5. A la hora de servir unos cubitos de hielo le dará un frescor extra.

Una idea muy práctica es preparar las cubiteras con agua con las hierbas aromáticas o especias incorporadas. Aporta un aroma extra y es una manera de conservar las mismas hierbas en el congelador.

Puedes verlo en la receta de Zumo de sandia, limón y menta.  ¿Te animas a preparar el agua afrutada? 

Estoy segura de que disfrutarás de un montón de combinaciones pare refrescarte :)

¡Hola! ¿Qué tal van las vacaciones? Muchos estáis todavía disfrutando de estos días de descanso, y muchos ya las hemos terminado. Ha sido breve pero muy bueno, cuan necesario es el descanso y el desconectar... El tiempo va que vuela, y de vueltas con el blog, hoy reanudo las publicaciones con una receta para la despensa.

El verano siempre es una temporada ideal para preparar conservas caseras de vegetales. Vale la pena aprovechar cuando tenemos buenas verduras y hortalizas del huerto o en los mercados. Tanto para consumir en breve como para guardar. Luego da gusto abrir esos botes y disfrutar de nuestras propias conservas caseras.

Maneras de hacerlo hay muchas, como por ejemplo los escabeches, los encurtidos, el asado y envasado o las mermeladas. Del mismo modo lo hacemos con las frutas de temporada: en almíbar, compotas o purés, o bien confitadas como los limones confitados.

Vamos con el pelador y las zanahorias.

Ingredientes:

- Zanahorias
- Vinagre de vino blanco
- Agua
- Sal
- Pimienta en grano
- Tomillo
- Romero
- Azúcar (opcional)

Cómo preparar zanahorias encurtidas

Las he preparado para consumir enseguida. Si prefieres hacerlas para conservar por mucho tiempo es mejor preparar los botes al baño maría, para su esterilización.




¿Te animas con a preparar tus propias conservas de encurtidos?

La cebolla es uno de los ingredientes que más se utiliza en la cocina. Siempre dispongo de cebollas en casa, para lo que se tercie. Tanto para guisos, asados y sopas, como platos fríos, ensaladas de verano o conservas de cebolla.

Este mes, para el reto mensual Color y Sabor de Temporada, han sido seleccionados los arándanos y la cebolla como ingredientes.

Y, ¿en qué consiste el reto? Cada mes se proponen una fruta y una verdura y preparamos una receta con uno de los ingredientes, o con los dos :)

He escogido la cebolla. La receta que propongo para el reto es un aperitivo hindú, el Bhaji de cebolla. Se prepara con harina de garbanzo y con cebolla, aunque puedes hacerlo con otro tipo de verduras que te gusten.

El bhaji es una delicia. Tierno por dentro y crujiente por fuera, se convierte en una opción perfecta para la hora del aperitivo, o para una cena informal.

Es muy fácil de preparar y en pocos minutos está listo. Vamos con la receta.

Ingredientes:

- 2 cebollas medianas

- 2 tazas de harina de garbanzos
- 2 huevos 

- 1 cta de semillas de comino.

- 1 cta  de hojas de cilantro

- 1 cta de sal

- 1/2 cta de chile en polvo

- 1/2 cta bicarbonato

1. Mezclamos los ingredientes en un recipiente con 1/4 de litro de agua. Los mezclamos hasta obtener una masa muy espesa.

2. Pelamos y cortamos la cebolla fina, la puedes hacer juliana o la puedes hacer troceada. La añadimos a la mezcla anterior.

3. Calentamos aceite de oliva en una sartén onda o un recipiente. Vamos añadiendo cucharaditas de esta mezcla como si fueran buñuelos.
4. Los freímos unos tres minutos hasta que se vuelvan crujientes y dorados. Los retiramos y dejamos escurrir en papel absorbente.

¿Verdad que es fácil de preparar?
Además puedes cambiar las especias a tu gusto, el picante es opcional, lo puedes sustituir por algo más light. También hay versiones que añaden yogur griego a la masa.

Se pueden tomar calientes o templados. Para acompañarlos les viene muy bien una salsa de yogur y menta o algún dip.
Te recuerdo  el Paté de alcachofas, que también se prepara en un momento y queda muy cremoso.