La cebolla es uno de los ingredientes que más se utiliza en la cocina. Siempre dispongo de cebollas en casa, para lo que se tercie. Tanto para guisos, asados y sopas, como platos fríos, ensaladas de verano o conservas de cebolla.

Este mes, para el reto mensual Color y Sabor de Temporada, han sido seleccionados los arándanos y la cebolla como ingredientes.

Y, ¿en qué consiste el reto? Cada mes se proponen una fruta y una verdura y preparamos una receta con uno de los ingredientes, o con los dos :)

He escogido la cebolla. La receta que propongo para el reto es un aperitivo hindú, el Bhaji de cebolla. Se prepara con harina de garbanzo y con cebolla, aunque puedes hacerlo con otro tipo de verduras que te gusten.

El bhaji es una delicia. Tierno por dentro y crujiente por fuera, se convierte en una opción perfecta para la hora del aperitivo, o para una cena informal.

Es muy fácil de preparar y en pocos minutos está listo. Vamos con la receta.

Ingredientes:

- 2 cebollas medianas

- 2 tazas de harina de garbanzos
- 2 huevos 

- 1 cta de semillas de comino.

- 1 cta  de hojas de cilantro

- 1 cta de sal

- 1/2 cta de chile en polvo

- 1/2 cta bicarbonato

1. Mezclamos los ingredientes en un recipiente con 1/4 de litro de agua. Los mezclamos hasta obtener una masa muy espesa.

2. Pelamos y cortamos la cebolla fina, la puedes hacer juliana o la puedes hacer troceada. La añadimos a la mezcla anterior.

3. Calentamos aceite de oliva en una sartén onda o un recipiente. Vamos añadiendo cucharaditas de esta mezcla como si fueran buñuelos.
4. Los freímos unos tres minutos hasta que se vuelvan crujientes y dorados. Los retiramos y dejamos escurrir en papel absorbente.

¿Verdad que es fácil de preparar?
Además puedes cambiar las especias a tu gusto, el picante es opcional, lo puedes sustituir por algo más light. También hay versiones que añaden yogur griego a la masa.

Se pueden tomar calientes o templados. Para acompañarlos les viene muy bien una salsa de yogur y menta o algún dip.
Te recuerdo  el Paté de alcachofas, que también se prepara en un momento y queda muy cremoso.

Últimamente se habla mucho del Te kombucha. ¿Lo has probado? Es una bebida fermentada de origen oriental que se prepara base de té, azúcar, levaduras y bacterias. Su traducción es té-hongo.

El scoby de kombucha es el responsable de fermentar el té, se alimenta de los azúcares  y lo convierte en una bebida probiótica.

La sardina es uno de los pescados azules con más características nutricionales y que nos aporta grandes beneficios a nuestro organismo.

Además, es un pescado económico y nos permite preparar muchas recetas diferentes: a la brasa o a la plancha, rebozadas, fritas, ahumadas, o en escabeche.

Una de las maneras que más me gusta es prepararlas al horno. Es una opción fácil y muy cómoda, no deja olor en la cocina y el resultado es muy bueno.

La receta que  traigo hoy es muy fácil, rápida y sin complicación. Con pocos ingredientes y unas buenas sardinas tenemos un plato perfecto para estos días de verano.

1. Empezamos por limpiar las sardinas, sacando cabeza y tripas. Si no las traes limpias de la pescadería, que te las dejan a punto para cocinar.

2. Espolvoreamos las sardinas con un poco de tomillo, sal y pimienta.

3. Rallamos un poco la piel de limón y la mezclamos con tres o cuatro cucharadas de aceite de oliva. En esta receta solo he preparado dos raciones de sardinas de 4 unidades.

4. Ponemos las sardinas en una bandeja para horno y las regamos con el aceite de oliva y la ralladura de limón. Añadimos unas ramitas de tomillo y rodajas de limón.

5. Precalentamos el horno a 180 º y asamos las sardinas unos 15 minutos. Ojo al tamaño de las piezas, que no se queden secas.

Recuerda que las puedes hacer a la plancha o en una sarten al fuego, si no tienes ganas de encender el horno. También puedes cambiar el tomillo por otra hierba aromática o añadir alguna especia.

6. Las sacamos y las servimos.

Muchas veces menos es más y no hace falta gran cosa para tener un buen plato. Lo puedes preparar con otro tipo de pescado.

Nos sirve como plato principal, como aperitivo o entrante.

La primera receta del mes de julio viene cargada de aromas florales. La semana pasada estuve en el Pirineo y pude recolectar flores de saúco. Este año estaba a rebosar de arbustos en flor, la verdad es que hacía mucho tiempo que no veía tal cantidad de flores.

El saúco es un arbusto que florece durante la primavera y según en qué zonas, lo hace hasta principios del verano. Desde la antigüedad se ha utilizado para usos medicinales y cosméticos, así como para preparaciones culinarias.

Sus flores tienen un aroma muy especial, dulzón y cítrico, que se utiliza para elaborar siropes, jarabes, infusiones o bebida de flor de saúco, muy refrescante para días de calor.

Le ha tocado el turno a la mermelada. Y qué mejor fruta que los melocotones, que ahora están en plena temporada, para combinar con aromas silvestres y delicados.

Ingredientes:

- 1 k de melocotón limpio (sin hueso ni piel)

- 400 g de azúcar 

- 30 g de flor de saúco

- 50 ml zumo de limón 

1. Empezamos por las flores de saúco. Las tenemos que cortar de las ramitas y separarlas con cuidado porque son muy frágiles.

2. Pelamos los melocotones, les sacamos el hueso y los troceamos.

3. En un bol mezclamos los melocotones cortados, las flores y el azúcar. La cantidad del azúcar la puedes variar, o combinar con azúcar moreno u otro endulzante. 

A mi, personalmente, me gustan las mermeladas bajas en azúcar. Depende un poco de lo madura que esté la fruta en su momento.

4- Dejamos reposar un par de horas a temperatura ambiente o bien toda la noche en un recipiente tapado dentro de la nevera. Ojo con las calores que está haciendo.

5. Lo ponemos en un recipiente y lo llevamos al fuego. Añadimos el zumo de limón. Cocemos a fuego medio y dando vueltas de vez en cuando, hasta que la fruta esté cocida.

6. Llenamos los botes de cristal y los dejamos boca abajo, hasta que estén fríos del todo. Si queremos guardar las conservas para mucho tiempo lo envasamos  al "baño María".

Espero poder encontrar más flores antes de que se acabe la temporada, si no llego tarde... porque la mermelada ha sido un éxito y casi ya no queda.

Qué buen aroma en la cocina después de preparar la mermelada con las flores de saüco.

Estuve tentada de hacerla con albaricoques, como la de April´s Kitchen, que tiene que estar más que deliciosa. Pero con la de melocotones que tenemos ahora mismo, ha valido la pena probarlo.

Hablando de recetas saladas, te recuerdo el risotto de flores de saúco, muy fácil de preparar y con un sabor y aroma indescriptible.

Y si quieres preparar aliños aromáticos y diferentes, el vinagre de flor de saúco es perfecto. Es ideal para dar un toque especial a las ensaladas y platos veraniegos. 

Si ya estáis de vacaciones, os deseo un buen verano. Si estáis esperando con ganas a que lleguen.. (como yo) pues paciencia, jaja, que ¡ya falta menos! 

Yo andaré por aquí, hasta pronto.