Empezamos por lavarlos bien, si es necesario podemos cepillar un poco para sacar cualquier suciedad que tengan. Los cortamos por la mitad y sacamos las pepitas. También se pueden cortar a rodajas o dejar enteros.

Calentamos el agua en un cazo y añadimos el azúcar, vamos removiendo hasta que se disuelva totalmente y se forme un almíbar.

Añadimos los kumquats y dejamos hervir a fuego medio durante 45 minutos más o menos. 

Vamos dando unas vueltas de vez en cuando, Y vemos como van cambiando de color y textura.

Cuando estén en el punto que nos gusta, lo retiramos del fuego.

Aún en caliente llenamos los botes, los cerramos y los ponemos boca abajo hasta que se enfríen.

Si queremos que nos duren mucho más tiempo, los preparamos al "baño maría", de la forma tradicional y los guardamos en la despensa tranquilamente.

Seguro que te comes más de uno antes de que se enfríen, yo lo he hecho :)  

Cuando esté frío del todo, guardamos el bote en la nevera para su posterior utilización. No tardaré mucho tiempo... en breve los voy a usar para una receta. 

Se pueden comer tal cual, acompañando nuestros platos salados y dulces. 

En infinidad de preparaciones donde la combinación dulce-amarga va dar un toque especial.

¿Os animáis a prepararlos? 

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