Todos los ingredientes que he utilizado en la receta, excepto la harina y la mantequilla, son de Olmeda Orígenes.

1. Empezamos por mezclar la mantequilla con el aceite, la sobrasada y el queso rallado. Si quieres puedes utilizar una mezcla de quesos más suaves.
2. Añadimos media cucharadita de pimentón de la Vera y la harina. Mezclamos todo muy bien con las manos.


3. Amasamos un poquito hasta formar una bola. Primero queda un poco arenoso, pero poco a poco se integra todo perfectamente.
4. Lo guardamos en la nevara durante una hora como mínimo.

5. Pasado este tiempo, lo sacamos y con un rodillo la extendemos.
6. Podemos darle forma irregular a las galletas, en plan rústico o cortarlas con un cortapastas. Yo he hecho las dos cosas, por variar. También podemos hacer un rulo y cortar rodajitas pequeñas

7. Mientras tanto precalentamos el horno a 180 º C.

8. Las colocamos sobre un papel para horno y las cocemos durante 12-15 minutos. Tendremos en cuenta el tamaño y el grosor de las galletas para controlar el tiempo.

Las he hecho pequeñitas, ya que son intensas de sabor, y me ha parecido más adecuado para aperitivear.

Estas galletitas se pueden conservar unos días en un bote bien cerrado, aunque te aseguro que no duran mucho. Es dífícil resistirse a no coger una cuando las sacas del horno...

Bueno ¿qué os parece el aperitivo? ya veis:  queso, anchoas, fuet, sobrasada...

No ha faltado de nada, y es que estas galletitas han venido perfectas para combinar casi con todo, con las anchoas, y el queso estaban perfectas y con el fuet... una delicia ;)

Con todos estos productos disfrutamos de un buen aperitivo. El queso manchego de oveja, el fuet y la sobrasada ¡qué contaros! Y las anchoas y sardinillas, todo de lujo.

Bueno, y las galletas, ¿qué os han parecido? Aún  quedan unas cuantas, pero no muchas... están tan buenas!