Mermelada casera de zanahoria y manzana | Fácil y deliciosa
Hola! Espero que estéis disfrutando del verano y, para quienes estéis de vacaciones, que las aprovechéis al máximo. Después de un pequeño paréntesis en las publicaciones, regreso al blog con nuevas recetas para seguir compartiendo lo que se cuece por mi cocina.
Si te gustan las mermeladas caseras diferentes, tienes que probar esta versión con zanahoria y manzana. Es una receta fácil, natural y sorprendente, ideal para quienes buscan variar de los sabores clásicos como fresa, albaricoque o melocotón.
La receta está inspirada en la que prepara Marisa de @marisa.thermofan, que la hace con naranja. En mi caso, opté por aprovechar una manzana que tenía en casa, y el resultado es igual de delicioso. La próxima vez, sin duda, me animaré a prepararla también con naranja, ya se de antemano que me va a gustar mucho.
Lo mejor de esta mermelada es que resulta muy versátil: puedes untarla en pan o tostadas para el desayuno, usarla como relleno de bizcochos y tartas, o incluso como acompañamiento de quesos y tablas saladas.
Con esta receta participo en el proyecto 1 +/-100, desperdicio de Marisa de Thermofan.
400 g de zanahoria
1 manzana
1 limón o lima
200 g de azúcar (o azúcar de abedul, si prefieres una versión más ligera)
Pela y corta las zanahorias y la manzana en trozos pequeños.
Colócalas en una cazuela junto con el limón o la lima (su jugo).
Añade el azúcar y cocina a fuego medio-suave, removiendo de vez en cuando para que no se pegue.
Cuando la zanahoria esté tierna, tritura la mezcla con batidora hasta obtener la textura deseada (puede quedar más fina o con trocitos, según tu gusto).
Continúa la cocción unos minutos más hasta que tenga el espesor ideal de mermelada
Reparte la mezcla caliente en botes de cristal previamente esterilizados, ciérralos bien y colócalos boca abajo hasta que se enfríen.
Si los botes están bien esterilizados, la mermelada puede conservarse varios meses en un lugar fresco y seco.
Una vez abierto el bote, guárdalo en la nevera y consúmelo en unos días.
Puedes reducir la cantidad de azúcar o sustituirla por edulcorantes naturales para una versión más ligera.
La receta está inspirada en la que prepara Marisa de @marisa.thermofan, que la hace con naranja. En mi caso, opté por aprovechar una manzana que tenía en casa, y el resultado es igual de delicioso. La próxima vez, sin duda, me animaré a prepararla también con naranja, ya se de antemano que me va a gustar mucho.
Lo mejor de esta mermelada es que resulta muy versátil: puedes untarla en pan o tostadas para el desayuno, usarla como relleno de bizcochos y tartas, o incluso como acompañamiento de quesos y tablas saladas.
Con esta receta participo en el proyecto 1 +/-100, desperdicio de Marisa de Thermofan.
Ingredientes:
400 g de zanahoria
1 manzana
1 limón o lima
200 g de azúcar (o azúcar de abedul, si prefieres una versión más ligera)
Preparación paso a paso:
Pela y corta las zanahorias y la manzana en trozos pequeños.
Colócalas en una cazuela junto con el limón o la lima (su jugo).
Añade el azúcar y cocina a fuego medio-suave, removiendo de vez en cuando para que no se pegue.
Cuando la zanahoria esté tierna, tritura la mezcla con batidora hasta obtener la textura deseada (puede quedar más fina o con trocitos, según tu gusto).
Continúa la cocción unos minutos más hasta que tenga el espesor ideal de mermelada
Reparte la mezcla caliente en botes de cristal previamente esterilizados, ciérralos bien y colócalos boca abajo hasta que se enfríen.
Consejos de conservación:
Si los botes están bien esterilizados, la mermelada puede conservarse varios meses en un lugar fresco y seco.
Una vez abierto el bote, guárdalo en la nevera y consúmelo en unos días.
Puedes reducir la cantidad de azúcar o sustituirla por edulcorantes naturales para una versión más ligera.
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