Hoy vengo con una receta muy de temporada, sencilla, reconfortante y con un toque de color . La coliflor morada queda espectacular con la cremosidad de la bechamel y el gratinado dorado.
Su sabor es ligeramente más dulce y suave que el de la coliflor blanca, lo que la hace ideal para asar, saltear o consumir cruda en ensaladas. Al cocinarla, mantiene mejor su color si se cocina al vapor o se hornea.
Para la receta de hoy no he añadido ningún sofrito a la coliflor y patatas. Pero si te apetece sumar unos taquitos de jamón o embutidos, queda buenísimo. Hoy no llevan ningún extra.
Ingredientes:
1 coliflor morada
2 patatas
Queso rallado (mezcla)
30 g de mantequilla
30 g de harina
500 ml de leche
Sal
Pimienta
Nuez moscada
Cuece la coliflor y la patata en agua con sal hasta que estén tiernas. Escurre y reserva.
Para la bechamel: en un cazo, derrite la mantequilla, añade la harina y remueve un par de minutos. Incorpora la leche caliente poco a poco sin dejar de batir hasta que espese.
Preparación:
Cuece la coliflor y la patata en agua con sal hasta que estén tiernas. Escurre y reserva.
Para la bechamel: en un cazo, derrite la mantequilla, añade la harina y remueve un par de minutos. Incorpora la leche caliente poco a poco sin dejar de batir hasta que espese.
Salpimenta y agrega nuez moscada.
En una bandeja de horno, coloca la patata en trozos y reparte la coliflor encima.
Cubre con la bechamel, añade el queso rallado generosamente.
En una bandeja de horno, coloca la patata en trozos y reparte la coliflor encima.
Cubre con la bechamel, añade el queso rallado generosamente.
Gratina a 200°C hasta que esté dorado.
¡Y listo!
¡Y listo!